jueves, 3 de mayo de 2012

Mina de Sal en Nemocon


El sábado lo habíamos pasado en una zona cercana a Bogota que se llama La Calera, en casa de un amigo de Claudia, montando a caballo hasta tarde, cenamos alli y como acabamos tarde nos quedamos a dormir. Esa noche habían llegado a Bogotá Javier y MariCarmen y quedamos que el domingo por la mañana nos hablaríamos para pasar el día juntos. Claudia me comento que nos fuéramos todos a conocer las minas de sal de Nemocon. Yo había estado en la minas de sal en Zipaquira, (La catedral de sal) pero estas las había oído pero aun no las conocía, por lo que me pareció atractivo el plan.

Plaza de Nemocon. Iglesia al fondo.
Llegamos a Bogotá pasadas las 11.30 am,. Hablamos con Javier para que cogieran un taxi y vinieran hacia el apartamento de Claudia, mientras nos dábamos una ducha rápida y nos cambiábamos de ropa  y asi ir ganando algo de tiempo. Finalmente salimos pasadas las 12,15 hacia Nemocon, ubicado a unos 65 km al norte de Bogotá. Apenas encontramos trafico a la salida de Bogotá llegando en algo mas de una hora. Aparcamos en una de las esquinas de la plaza principal, frente a la iglesia San Francisco de Asis y tras preguntar nos recomendaron ir a comer a un pequeño, pero bonito restaurante, llamado el Venado del Oro, ubicado en esta misma plaza.

Brevemente os comentare que la sabana de Bogotá anteriormente estaba cubierta por un inmenso mar que más tarde fue convirtiéndose en un lago salado poco profundo y que fue afectado por diversos fenómenos geológicos, así se fue secando y cubriéndose lentamente con el material de las montañas cercanas formando, entre otras, las salinas de Nemocón, que en lengua indígena significa lamento de guerrero, atribuido a los Zipas, ya que era su sitio de reunión, en el que deploraban con llanto y gritos la derrota o la muerte de sus jefes.
Entrada a la mina de sal
A la mina se ingresa por unas grandes puertas alemanas de 3 metros de altura, las cuales son originales de 1817, soportadas por gruesos maderos de eucalipto. La mina consta de tres niveles, actualmente únicamente es accesible al público el primer nivel, llamado Santa Barbara. Los otros dos niveles: Santa Isabel y Santa Úrsula, se abrirán al público en  4 ó 5 años.
Con Claudia y MariCarmen.
Entrando con Javier y Maricamen
"Canastas"
Durante algo mas de una hora pudimos recorrer esta pequeña parte de las entrañas de la tierra, donde un joven guía turístico te va contando durante unos 2.500 metros la historia de esta mina de donde, desde hace 500 años, se han sacado cerca de 9 millones de toneladas de sal. En ella pudimos encontrar lugares en el que el principal protagonista son las curiosas, caprichosas y hermosas formaciones de sal. 

Tras un largo corredor, y a 8 metros de altura encontramos la cámara de recibo. Aquí podemos ver varias estructuras realizadas con troncos de eucalipto, con el sistema denominado canasta. Tienen una altura aproximada de 7-8 m y una base de 2 m. El sistema de canasta es uno de los más empleados para el sostenimiento de techos en grandes galerías de las minas subterráneas, y se emplea para lograr explotaciones de mayor volumen en los que no se dejan pilares del material de interés para el sostenimiento de las galerías. Estas "canastas" se encuentran iluminadas con luces tenues de colores, y una música de fondo de ambiente natural, que te trasporta a un mundo nuevo, "mágico" y tranquilo. Desde allí se inicia el recorrido.



Los espejos de agua:  Una vez que ya accedes al interior de la mina, tras bajar por una rampa de acceso, y a una profundidad de unos 80 metros, encuentras una gran sala. Aquí se encuentran 28 tanques de agua, donde se disolvía la roca de sal en agua dulce para producir la salmuera. Hoy son uno de los rincones de mayor belleza de la mina, pues al reflejar en sus aguas los techos y cumbres de sal, dan al visitante la sensación, de estar frente a un gran abismo que pareciera no tener fin. Gracias a los tanques de saturación, tenemos esta ilusión óptica de un espejo. Durante el recorrido encontramos varios lugares con estos espejos de agua. Aunque parece que se trata de únicamente de una fina lamina de agua, en el que crees ver que el fondo se encuentra a pocos centímetros, hay lugares que tienen más de 3 metros de profundidad. Este efecto, junto con la iluminación, que recientemente han instalado en la mina, hace que puedas contemplar un espectáculo inolvidable.



Cascada de sal
Cascada de sal: En las minas de sal, como parte del proceso natural de las mismas, se producen filtraciones a través de las paredes, las cuales han dado origen a techos y paredes totalmente blancos. Gracias a estos afloramientos de sal, encontramos uno de los lugares mas sorprendentes, La cascada de sal, con más de 80 años de antigüedad es una de las mayores atracciones de la Mina de Nemocón.


Corazón de sal. Icono de las minas de Nemocon
El corazón de Nemocón: Cuenta la leyenda que Don José Maximiliano Chuy, el más fuerte de los mineros de Nemocón, logró extraer un gran bloque de sal que pesaba más de una tonelada. Y fue aquella gran roca salina la que Don Miguel Sánchez en 1960, talló en forma de corazón. Ahora la escultura se convirtió en el corazón de Nemocón y reposa en las profundidades de La Mina, el cual iluminado por una tenue luz roja se convierte una gran vista para el visitante.

Estalagmitas y estalactitas: Durante el recorrido es muy frecuente encontrar estalagmitas y estalactitas. Las primeras son formaciones que se originan a la altura del suelo, gracias al goteo continuo de los techos del lugar debido a las filtraciones. Poco a poco se originan unas largas estructuras dirigidas hacia arriba, las cuales se van modificando de acuerdo a las condiciones del sitio donde se encuentren, por ejemplo, donde hay corrientes de aire, estas toman diversas figuras, según los caprichos del viento. Algunas de estas estalactitas tienen un metro con cincuenta de largo y más de 100 años de antigüedad.
  
Pozo de los deseos
Capilla de la Virgen del Carmen.
Otros lugares significativos que puedes a lo largo del recorrido son el pozo de los deseos  y la capilla de la Virgen del Carmen, construida en 1946. La gran esfera tallada en sal de unos 1.300 kilos representa al mundo. El color azul es el cielo y el blanco la pureza, paz y esperanza de la virgen, que se encuentra suspendida sobre el mundo. Representando la protección a todas las personas en especial a los mineros. 


Bebiendo avena fría.
Ya en la salida de la mina, tras pasar por diferentes tiendas, entre las que habían souvenir de la mina, entramos en una de ellas y nos pedimos un vaso de avena fría, bebida refrescante deliciosa a base de leche, avena y azúcar. 

Allí nos hicimos las ultimas fotografías antes de continuar nuestro viaje, con la idea de llegar a Sopo y ver desde allí el atardecer. 



1 comentario:

  1. Dani:
    Me recuerdas a Daniel de la cuadra slcedo i morillo
    Solo he hechado en falta esa foto de Javier y tuya con el pico y el casco de minero....jaja!!!
    Debes pensar en dedicaste a la literatura y venderte en revistas de viajes aunq con este blog nos sale mas baratito
    Un abrazo a ti y a Javi
    Isidro

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